La nueva entrega de la franquicia Underworld, es la quinta película en la que la vampira Selene (Kate Beckinsale) deberá enfrentarse a dos clanes, los Lycans y los Vampiros que la traicionaron. Junto con sus únicos aliados David (Theo James) y Thomas su padre (Charles Dance), deben detener la eterna guerra entre Vampiros y Lycans, aunque signifique tener que hacer un último sacrificio.
De antemano es sabido que la película pasada fue un fracaso total, esperaban la reivindicación con este nuevo filme, pero al parecer no lo consiguieron, ya que hay momentos en que resulta entretenida pero cae muy seguido en el terreno de lo ridículo. Tal vez pueda funcionar para los fans de la franquicia pero es difícil que atraiga nuevo público.
Las actuaciones son buenas, pero el dialogo es muy pobre en todos los personajes. Si no has visto películas anteriores difícilmente podrás entender esta cinta.