Piensa dos veces antes de invertir en una película como esta, han pasado ya dos años desde el estreno de Cincuenta sombras de Grey y ahora llega Cincuenta sombras más oscuras, se puede decir que nuevamente está de moda, básicamente por el morbo que ha generado y la falsa publicidad de película erótica, pero no necesitas verla, el tráiler es más interesante que la película en sí , esta vez la secuela llega de mano del director James Foley, pero sigue reincidiendo en los mismos problemas que tuvo la primera entrega.
La “trama” gira en torno a la “caótica” relación de Anastasia Steele y Christian Grey (Dakota Johnson y Jamie Dornan). Ahora Anastasia despierta la pasión de su nuevo jefe Jack Hyde (Eric Johnson), ella sufre, pero también disfruta ser el centro de atención, Grey vuelve a buscarla ya que aunque lucha contra sus demonios del pasado, el joven no ha dejado de pensar en ella. Ana, por su parte, deberá enfrentarse a la envidia que le provoca a las mujeres que la precedieron como amante de Grey, porque sí, a pesar de haberse sentido “ofendida” decide darle una nueva oportunidad, permitiéndole incluso utilizar algunos de sus juguetitos de la habitación roja del placer.
Vemos una continuación bastante aburrida con diálogos ridículos, mal actuada (no existe química entre sus protagonistas), las escenas de sexo están mal logradas, es notoria la falta de imaginación en ellas, además de que se musicalizan (si vas por eso te vas a arrepentir). Realmente no entiendes el fin de esta cinta cuyo final es abrupto y anti climático que solo logra resaltar la falta de coherencia del metraje.
¡NO TE LA RECOMENDAMOS!
Algunas opiniones de la película,
“Las escasas ideas que salpican la película son repetitivas, tediosas y carecen de naturalidad, convirtiendo las dos horas de duración de la película en un verdadero aburrimiento”.
“Cincuenta sombras más oscuras vuelve a remitirnos a los anticuados clichés de siempre: Anastasia, esta pretendidamente escandalosa Cenicienta, se dedica a salvar a hombres de oscuro pasado que buscan redención, se entrega sin reservas y deja sus asuntos en sus manos. Con el agravante de que la película muestra un absurdo e infantiloide caso de acoso sexual resuelto de la forma más irreal posible. Y esto es muy preocupante porque nos aleja tanto de la realidad que es casi un insulto para las personas que han pasado por algo semejante”.