Si quieres vivir emociones fuertes y sentir la adrenalina, entonces vámonos Tlatlauquitepec para que nos lancemos en un circuito de 3 tirolesas de 500 metros de longitud en total, instaladas en lo alto del “Cerro Cabezón” entre el bosque y la naturaleza, agregando a esto una impresionante vista panorámica de la región.
Este cerro se llama así porque si se mira desde un barrio que se llama Jiliapan, un poco al noroeste de Tlatlauquitepec, se ve el perfil de un hombre acostado boca arriba: se aprecia su frente, el ojo, la nariz, la boca y la barbilla, también se observa su cabeza alargada hacia atrás. Formado de roca caliza, el cerro cuenta con numerosas cuevas a explorar y un paisaje impresionante que no podrás ignorar, este lugar es ideal para practicar deportes de aventura como rappel, ciclismo de montaña, senderismo o escalada. El lugar también cuenta con tirolesas, puentes colgantes, miradores y plataformas en árboles. En este destino encontrarás un paraíso si lo tuyo son las actividades al aire libre.
Se puede llevar a cabo la actividad de rappel sobre la pared frontal del cerro cabezón, viviendo la adrenalina de contemplar una altura imponente que podría ser hasta un desafío personal. A unos kilómetros más también puedes encontrar en medio de un bosque silvícola la oportunidadde vivir la experiencia de lanzarte en un circuito de 5 tirolesas de 2,500 metros de longitud y 300 metros de altura. O puedes adentrarte al cañón de la soledad, es una formación natural que quedó como recuerdo del caudal de un profundo río que fuera interrumpido hace más de 50 años para la construcción de la presa del mismo nombre. Aquí podrás realizar el cañonismo, deporte en el que tendrás que atravesar el cañón con diversas caídas de agua y rocas gigantes, toboganes naturales y emocionantes saltos en el agua si la naturaleza lo permite.
Si lo tuyo es la exploración puedes adentrarte en el cerro y adentrarte en sus impresionantes paisajes que presentan acantilados y numerosas cuevas con estalactitas y estalagmitas, que se forman con la filtración natural del agua. Una de las más famosas, la de Olinteutli, se encontraron dos idolitos, navajas de obsidiana, cuentas de jade y esqueletos que datan de la época prehispánica y se presume que son de origen tolteca (los objetos se encuentran en la preparatoria de la localidad). Otra es la cueva del Tigre, cuenta con una entrada en forma de bóveda y en el fondo accesos de gran dimensión. En su interior se observan formaciones de estalactitas y estalagmitas, además de impresionantes formaciones de cristales y un poco de fauna endémica.
Atrévete a salir de la rutina y a vivir la adrenalina que Tlatlauquitepec te puede ofrecer.