Quienes se encargaron de sacar, embalar y transportar la obra perteneciente al Museo Casa de Alfeñique, el primer museo de Puebla, hicieron acciones contrarias a lo establecido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Un par de días después del sismo de 7.1 grados ocurrido el 19 de septiembre, un grupo de funcionarios y voluntarios –¿con experiencia?– sacó, y en plena calle sobre la 4 Oriente esquina con la 4 Sur, maniobró y embaló la obra que, antes de su última organización curatorial hecha durante el gobierno morenovallista, se integraba por mil 598 piezas dispuestas en 19 salas de exhibición.
Según el INAH, como se informa en un documento oficial, son cuatro las “recomendaciones para reportar inmuebles afectados por el terremoto del 19 de septiembre”.
La primera es acordonar el área, la segunda no mover materiales, la tercera es no hacer uso del inmueble y la cuarta es tomar fotografías. Dichas imágenes, informa el documento, se deben enviar a nombre de la comunidad con números de contacto de dos personas al correo electrónico reportesismo_190917@inah.gob.mxel cual está a cargo de la Coordinación nacional de conservación del patrimonio cultural del INAH.
En cambio, como consta en fotografías en poder de esta casa editorial, se observa que los sensibles objetos –óleos, esculturas, mapas antiguos, objetos utilitarios y decorativos de diversos materiales– fueron manejados de una forma cuestionable.
Ahí, en un momento urgente de cuidado patrimonial, la atención prioritaria estaba en apuntalar el edificio para darle estabilidad, para luego, con el apoyo de verdaderos especialistas, se pudiera maniobrar la obra.
En dichas imágenes se aprecia a la directora del Museo Casa de Alfeñique, Patricia Vázquez, así como a la directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, Anel Nochebuena Escobar –con casco amarillo incluido–, realizando “trabajos de embalaje”, pese a que no son especialistas en el tema.
Estas dos funcionarias públicas, una estatal y la otra municipal, se acompañan de jóvenes que maniobran las piezas al aire libre sin el uso de guantes ni de cubre bocas, elementos mínimos de protección.
Tras su embalaje, los objetos únicos fueron llevados a museos como San Pedro Museo de Arte y al Internacional del Barroco, y de ello nada fue comunicado por la dirección Museos Puebla –que coordina Iván de Sandozequi– de la Secretaría de Cultura y Turismo estatal.
¿Hubo listas de manejo, de entrega–recepción? ¿por qué no fueron convocados especialistas en la materia o por lo menos estudiantes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete del Instituto Nacional de Antropología e Historia? ¿cómo fue el traslado de las piezas? son algunas de las preguntas que vale la pena denunciar a las autoridades gubernamentales en turno.
Lo reportado por la periodista de esta casa editorial Yadira Llaven Anzures, a partir de las acciones que se llevaron a cabo el día 21 de septiembre, fue la Gerencia del Centro Histórico del ayuntamiento de Puebla la que “determinó de última hora sacar y proteger las piezas más valiosas del Museo Casa de Alfeñique”.
En ella, además de Patricia Vázquez y Anel Nochebuena, participaron la arquitecta Delia Domínguez Cuanalo, quien dijo que el recinto presentaba “daños severos el pináculo”, y que “las acciones que se toman son las mejores para conservar el patrimonio ante posibles réplicas del terremoto del martes”.
Destaca que apenas el 13 de diciembre de 2016 fue reabierto el Museo Casa de Alfeñique, tras una inversión cuantiosa del gobierno de Rafael Moreno Valle por 15 millones 355 mil 581 pesos con 70 centavos, de los cuales 9 millones 856 mil 201 pesos fueron destinados a la obra que incluyó un reluciente elevador y una cafetería y 5 millones 499 mil 380 pesos a la museografía.