Con un programa de actividades relacionadas como lo son las visitas guiadas para los días 26 y 27 de enero, y la entrada gratuita hasta este miércoles 10, continúa abierta en el Museo Amparo –2 Sur 708, centro–, la exposición Divinos señores de la montaña. La Sierra Norte de Puebla en tiempos de El Tajín.
Bajo la curaduría de Arturo Pascual Soto, la exhibición de 60 piezas entre esculturas de gran formato, vasijas y ofrendas funerarias, muestra el desarrollo cultural de esta zona geográfica y cultural de Puebla en la época de El Tajín, es decir, entre los años 600 y 1100 de esta era.
Realizada en colaboración con el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Museo Amparo abrió esta exposición que es una iniciativa para mostrar al público que en época prehispánica hubiera sido impensable sostener cualquier forma de vida civilizada sin tener acceso a los variados productos de la montaña.
Ello, porque una cultura como la de El Tajín no pudo haber pasado inadvertida para los pueblos de la Sierra Norte de Puebla. Más bien, ambos protagonizaron una larga relación que fue modificándose con el tiempo.
Incluso, la exposición Divinos señores de la montaña plantea que si se revisara la cultura material de la sierra de Puebla, se podría suponer que hay una ausencia real de un componente local manifiesto en las diversas expresiones que son consideradas como características de la costa del Golfo de México.
Sin embargo, dicho fenómeno –que es sólo de carácter aparente– responde a un claro proceso de tajinización, es decir, una aculturación de El Tajín sobre la Sierra Norte de Puebla, durante el período en el que el primero alcanzó su mayor auge cultural.
En dicho periodo el sustrato originario de la sierra de Puebla quedó oculto, si no es que completamente desplazado, por un modelo de civilización que terminaría por reproducirse.
Ello, por el larguísimo período durante el cual se verificó una relación basada primero en el comercio y después en una verdadera sujeción política e ideológica de los pueblos de la sierra.
Por tanto, en esta exposición preparada por el investigador de la UNAM, a través de tres salas se exhiben estas piezas que nunca antes habían sido expuestas y proceden de las zonas arqueológicas de El Tajín, Yohualichan y San Juan Xiutetelco, estas últimas del estado de Puebla.
Las líneas de investigación que dan forma al discurso curatorial de esta exposición abren con loscomienzos de la civilización de El Tajín, tanto en la Costa del Golfo de México como en la Sierra Norte de Puebla, narrado a través de las proclamas políticas de los antiguos gobernantes.
Dichas proclamas se materializaban en sus obras de arte y ofrendas funerarias como en las esculturas de pequeño formato hoy conocidas como yugos, hachas y palmas.
Otra línea de investigación muestra cómo cada uno de los grandes gobernantes de El Tajín del periodo Clásico se hicieron del poder político de la región a través de la guerra, siendo esta un mecanismo de unificación territorial sustituyendo un modelo de gobierno anterior fragmentado en una constelación de pequeñas ciudades.
Así, cada asentamiento había rendido culto a su propio gobernante, exaltando su carácter divino en estelas de piedra de acuerdo con idénticas convenciones escultóricas.
En suma, se trata de una cultura que siempre había sido la misma con la salvedad que estaba expresada en lugares muy diversos de la montaña y de la llanura costera del Golfo de México.
De la exposición que permanecerá hasta el 2 de abril de 2018 destacan las estelas que demuestran las convenciones escultóricas de El Tajín así como el color rojo utilizado en las salas para hacer un guiño hacia la forma en que estaba pintado el estuco de Yohualichan.