En esta ocasión hablamos de un museo en la planta alta de una casa que en una bellísima mansión del siglo XVIII, en el número 536 de la Avenida Reforma.
Se trata de una mansión totalmente restaurada, mostrando en su parte alta una excelente colección de objetos, piezas de ornato, colecciones de monedas y billetes, piezas de uso cotidiano y hasta verdaderas rarezas dignas de admirar.
Al caminar por el pasillo lateral de la casa nos comunicamos con una serie de habitaciones totalmente amuebladas con piezas de colección, mobiliario de distintos siglos: desde sillones, consolas, vitrinas -todas en madera y que en conjunto forman un bello mobiliario digno de admirarse-, y, en sus muros, más pinturas, esculturas, figuras moldeadas en bronce; dentro de los marcos de exhibición hay colecciones de monedas, timbres postales, billetes de varios países y distintas épocas, sin dejar de mencionar una colección de máscaras venecianas de carnaval, algo muy raro y difícil de coleccionar, porque estas máscaras están elaboradas todavía en telas de algodón del siglo XIX.
Pero no solamente las colecciones y mobiliarios son motivo para visitar este museo, sino además el recipiente que las contiene: la bellísima casa afrancesada tan excelentemente restaurada, desde el piso hasta el techo, pues se tuvieron que recuperar todas las vigas de estos, y siempre procurando conservar la máxima originalidad de su construcción.
Todas las habitaciones fueron regresadas a su esplendor original, desde sus salas y sus comedores hasta su clásica cocina, la cual fue catalogada por restauradores del INAH como una de las más bellas cocinas coloniales existentes en la Puebla antigua.