La historia (resumida) del Paseo Bravo

Desde principios del  siglo XIX ya existía en ese lugar una plaza en la que había una horca que, gracias a las gestiones de Fray Vicente Magor, en 1804, fue removida.

Para 1852 ya era un paseo pintoresco por sus árboles, sus flores, el monumento y sus cinco fuentes.

Empezó a ser conocido como Paseo Bravo en 1870; a finales del siglo XIX el Paseo se arregló de nuevo: le fueron colocados bancos de hierro, se demolió la barda, se construyó un kiosco y se hizo un pozo de agua sulfurosa.