La Casa de los Enanos la podrás ubicar, como ya mencionamos, en el número 1702 de esta característica avenida poblana. El hecho de que tenga altas rejas recubiertas de láminas de metal y las cortinas perpetuamente cerradas aumenta su fascinación. Entre las leyendas más populares se encuentra la de que dos hermanos, hombre y mujer, procrearon eventualmente a varios hijos. Algunos nacieron con deformidades, entre ellas enanismo y asustaban a las personas que pasaban en la calle por las ventanas.
Pero vayamos a los hechos: la historia del inmueble comienza en 1890 con la familia de origen italiano, los Giacopello. Ellos compraron el terreno de 1,500 metros cuadrados sobre la cual fue construida, ejemplo de la influencia francesa del Porfiriato. Mas, cuando una de sus hijas se quitó la vida en el despacho por razones desconocidas, se abandonó la casa.
La Casa de los Enanos fue vendida a un dueño desconocido y quedó abandonada luego de empezada la Revolución Mexicana.
Así que la próxima vez que pases por esta increíble casa, ten en cuenta que no hay nada de increíble. Es una casa común y corriente. Actualmente, sus propietarios son José Alfredo Gutiérrez Rodríguez, Claudio Ernesto Arce Ascencio y el exarzobispo de Puebla, Rosendo Huesca. Eso sí, nadie vive ahí.