Esta temporada de miedo te contaremos una de las historias que rodean la zona de Atlixco, Puebla.
Cuenta la leyenda que unas bolas de fuego se observaban desde lejos en el cerrito de San Miguel, estas bolas de fuego eran unas brujas que llegando la noche se quitaban las piernas, las acomodaban a un lado de la hornaza del fogón y se ponían las patas de un guajolote.
Luego se arreglaban el pelo para no estar tan feas y se subían en escobas hechas con ramas secas y salían volando por las puertas o ventanas; al llegar al cerro de San Miguel, se juntaban y esperaban que llegaran mas para lanzarse al vacío desde la plazuela que está al pie de la escalera de piedra, pues no se les permitía subir mas cerca de la capilla; y casi cuando llegaban al suelo, se prendían como bola de fuego para comenzar a volar por dos o tres horas, tratando de oler o ver una buena carnada de niños u hombres tomados, o enamoradizos.
¿Tú alguna vez las has visto?