Indudablemente, la mayoría nos hemos equivocado al momento de distinguir y describir a la pitahaya y la pitaya. Y es que no solo son frutos de similar nombre, familia y características, también comparten un sitio en común: Puebla. Este hermoso territorio se distingue del resto del país por ser uno de los principales productores de este par, sin embargo, en esta ocasión nos enfocaremos en el primero de ellos. ¿Qué tanto lo conoces?
La fruta del dragón
La pitahaya, al igual que la pitaya, se cultiva tanto como planta ornamental como para la recolección del fruto. Entre sus principales características se encuentra la generación de una hermosa flor. Esta especie proviene de América Central y Méxicoy pertenece a la familia de las cactaceae.
El origen de su nombre es de origen antillano y significa fruta escamosa. Debido a su forma de crecimiento, también es conocida como la fruta del dragón o Thanh Long. Esto debido a que la planta que la produce trepa por los árboles entrelazándose y dando forma a un dragón. Su cuerpo es de estructura ovoide, redondeado y alargado, de pulpa roja, blanca o amarilla sin olvidar las icónicas semillas negras en su interior.
De acuerdo con informes del Servicio de Información Agroalimetaria y Pesquera (SIAP), la pitahaya genera un valor de producción por 59.62 millones de pesos anualmente en México. Entre sus principales productores se encuentran Quintana Roo, Yucatán y Puebla.
Su sabor es menos dulce que el de la pitaya y suele utilizarse en cocteles, bebidas, dulces y postres. Se cosecha entre los meses de mayo a julio, principalmente. Cuenta con un alto contenido de vitamina A, C y B así como ricas propiedades de potasio, calcio y hierro.
La mejor forma de distinguirse de las pitayas se encuentra en su exterior ya que la pitahaya cuenta con un cuerpo rojizo y con pequeñas hojas que parecen adheridas al mismo. En tanto la pitaya tiene una apariencia similar a la tuna además de estar cubierta de espinas al momento de cortarla. Ahora que eres un experto en este exótico fruto, no pierdas la oportunidad de probarla y experimentar su sabor.