Situar los hechos que rodearon a la conquista de México en su contexto histórico es la pretensión de un ambicioso programa educativo con motivo de la conmemoración de los 500 años de la caída de la capital azteca, Tenochtitlan. El programa coordinado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) incluye fórmulas innovadoras de expresión para llegar a la población tanto con música rap o un videojuego y una visión pluralista de los acontecimientos que todavía hoy causan un trauma histórico que México no parece superar. Miembro de la comisión organizadora de los 500 años de la UNAM, la doctora en Antropología por la UNAM, Raquel Urroz asegura que el programa multidisciplinar confeccionado ha unido instituciones y voces diversas no solo con perspectiva académica, sino educativa y divulgativa.
El programa, que se puede consultar en https://mexico500.unam.mx/, es en su mayor parte virtual por la pandemia de la covid-19 y comienza esta semana coincidiendo con los 500 años de la caída de Tenochtitlan, donde hoy se asienta Ciudad de México, el 13 de agosto de 1521.
INDÍGENAS CONQUISTADORES
“El objetivo es ayudar a situar lo ocurrido hace 500 años en su adecuado contexto con una metodología comparativa y análisis crítico para que se entienda de verdad lo ocurrido”, agrega. La doctora Urroz destaca que debe entenderse que hace 500 años México no era una entidad unitaria a modo de una sola nación indígena, “sino un mosaico cultural de facciones políticas y unidades territoriales independientes”.
Como indica el historiador Federico Navarrete en su libro “¿Quién conquistó México?” fueron en realidad los adversarios de los mexicas como los de Tlaxcala, Texcoco y otros pueblos indígenas quienes contribuyeron a la caída de la capital azteca con las tropas de Hernán Cortes. “Reconocer la importancia de los indígenas conquistadores nos permitirá comprender esos eventos de una manera diferente: como el inicio de procesos de alianzas e intercambios entre diferentes grupos que crearon juntos un nuevo mundo compartido en el que vivimos todavía hoy”, afirma Navarrete, doctor en Estudios Mesoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Justamente la trascendencia de las alianzas que Hernán Cortés supo concretar con Tlaxcala y otros pueblos indígenas adversarios de los mexicas es uno de los aspectos que la doctora Urroz destaca que deben conocerse.
RAP Y VIDEOJUEGO La UNAM
ha confeccionado un amplio programa con la participación de diversas instituciones, como el Centro Cultural Español, en el que se tratan todos los aspectos posibles para situar en profundidad lo ocurrido hace 500 años. Incluso se puso en marcha un divertido enfrentamiento entre raperos que representan a los mexicas y a Tlaxcala, el principal pueblo que se unió a Cortés en contra de los aztecas. “Sometías a todos los pueblos aledaños, sin embargo tú nunca pudiste hacernos daño. Buscamos librarnos de nuestra amenaza, entonces con los españoles hicimos una alianza”, canta un rapero tlaxcalteca en la denominada “La revancha en rap”. “Deja me presento, soy de Tenochtitlan, un pueblo guerrero, audaz y organizado. Venimos de muy lejos caminando desde Aztlan. Ahora en el valle un gran imperio hemos creado. Domino en Mesoamérica, somos la capital. Debido a nuestra furia todos temen por su suerte. Recuerda nuestro nombre porque es algo elemental. Por si no entendiste soy mexica hasta la muerte”, responde otro rapero en nombre de los aztecas.
Un videojuego ideado para móviles es otro innovador recurso para acercar las diferentes versiones de la conquista tomando como base los relatos tlaxcaltecas y en particular el Lienzo de Tlaxcala, donde se cuenta la caída de Tenochtitlan y en el que se presenta a este pueblo como el gran vencedor de los mexicas. Gastronomía, arte, cultura, música clásica, antropología, geografía o el papel de las mujeres en la conquista son otros aspectos que se incluyen en las conferencias y eventos dedicados a ofrecer una perspectiva única de lo ocurrido hace cinco siglos. Constituye también una oportunidad, según Raquel Urroz, para rescatar del mundo mesoamericano el respeto por la naturaleza y la vida solidaria en comunidad, algo cada vez mas trascendental, y “poder reírnos de nosotros mismos con el conocimiento sabiendo nuestros vicios y virtudes”.