Poco se habla del teatro de terror y quizá podrá ser ya que pocas producciones logran cumplir con el concepto. El Fantasma en el Espejo es una obra que te deja satisfecho con lo que es, una verdadera obra de Terror.
Cuando entras y piden que apagues tu celular para no generar ruido o luz que rompa el suspenso, consideras que podría ser innecesario el despegarte de tus aparatos electrónicos, pensando y considerando que en un momento futuro puedes recurrir a él en el caso de ser aburrido pero, es sobresaliente que este acto de más de 90 minutos, hace que olvides lo que pasa afuera del teatro y la obra es tan absorbente que tú te vuelves como si fueras un personaje más.
El romper el esquema de que los actores sólo se muestran en el escenario y que todo se genera en ese pequeño espacio, es uno de las cosas sobresalientes de esta producción ya que, apuestan a recorrer los pasillos para involucrar más al público para generar el miedo a través de las sesiones de sentirte dentro de la obra.
El juego de luces, la producción digital y el sonido, son otros factores que potencializan la paranoia constante, a cerca de pregonarte si el fantasma está al frente, atrás o a un costado tuyo, olvidando que quien se caracteriza para el papel de al niño fantasma, es un humano, creyendo que quizá pueda ser todo real.
La historia cumple con una secuencia ya que te narra de principio una historia, dentro del climax de la obra te impulsa a considerar que estás viendo una historia distinta y cuando crees que el final llega de una manera tan simple, te muestran que la primera parte de la historia era algo que se unía con todo, provocando que tú te envuelvas más en la historia.
La narración de los actores y la posibilidad de ser tan multifacéticos bastan para que sólo cinco de ellos puedan hacerte gritar de miedo, de tal forma que los gritos estaban presentes dentro de gran tiempo en lo que la obra fue presentada. Curiosamente en otros momentos, contaban chistes irónicos que provocaban ciertas risas entre las personas, todo esto con el fin de calmar un poco la tensión del espanto.
Esta obra de teatro nos ha dejado muy satisfechos a muchos de nosotros considerando que es de las pocas producciones de terror que son buenas y que cumplen con todas las expectativas, a tal grado que tu corazón late más rápido cada minuto de la historia y el nerviosismo está presente en todo momento.
Víctor Durán