Las plantas comunes pueden reemplazar al petróleo para la producción de combustible llamado bioturbosina para aeronaves.
Este proyecto de combustible es desarrollando por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt) que se encuentra coordinando un clúster dedicado a la investigación y desarrollo de bioturbosina para su uso en la industria de la aviación.
El clúster se divide en cuatro ejes de acción:
-La identificación de la biomasa adecuada.
-La identificación del tipo de transformación más apropiado para la biomasa.
-El análisis del ciclo de vida y sustentabilidad.
-La comercialización del combustible.
Para un producción más amplia de la bioturbosina su busca demorar y cosechar plantas que no sean de consumo humano, para no disminuir estos recursos alimenticios. Por lo tanto, la materia prima debe ser un tipo de planta que no sirva como alimento, además de que pueda ser cultivada en lugares diferentes a los de cultivos para el consumo humano, con el fin de no competir con por la tierra de siembra.
La obtención de un eterno combustible puede ser a través de la transformación de aceites producidos por plantas o utilizando la masa de la planta y convertirla en azúcares, y a su vez transformarse en alcoholes para que por último se produzca la bioturbosina.
Una vez finalizado el periodo inicial de cuatro años de estudios, se construirán dos plantas piloto con la capacidad de producir 16 mil litros diarios de bioturbosina que servirán para probar que los procesos funcionan y, una vez obtenidos los resultados, se buscará el apoyo de inversionistas privados para llegar a la comercialización del combustible.
El proyecto ha resultado de interés para Boeing, Aeroméxico, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), entre otras dependencias gubernamentales.