LA VERDADERA HISTORIA DE LA FUENTE DE LOS MUÑECOS

La heroica Puebla de Zaragoza ha sido testigo de innumerables leyendas y una de las más populares es la que rodea a la Fuente de los Muñecos, y dicha historia merece ser contada.

A una de las salidas del Barrio de Xonaca, se encuentra la Fuente de los Muñecos, para ser más exacto entre la 22 Oriente y 18 Norte. En la época virreinal la gente más adinerada vivía en ese lugar, incluso la emperatriz Carlota vivió por aquellos rumbos, cuando aquel lugar se le conocía como el Barrio de los Catrines.

La leyenda cuenta que esta fuente encierra una trágica historia. El gobernador, de aquel entonces, Maximino Ávila Camacho, hermano de Manuel Ávila Camacho, vivía en el Barrio de los Catrines. Un trabajador de la residencia del gobernador vivía ahí con sus hijos que tenían 6 y 7 años.

Un día lluvioso, como en esta temporada, los niños salieron para su escuela con una sombrilla y abrazándose una del otro para no mojarse. Esa fue la última vez que se les vio. Hubo largas búsquedas y pero no hubo indicios de su paradero, se cree que los pequeños se cayeron en un pozo de agua que se encontraba por la finca.

FUENTE2-1024x683Conmovido por la historia, Maximino Ávila Camacho mando a construir una fuente en ese lugar y 2 estatuas para conmemorar a los niños. La fuente original eran los niños con un paraguas, sin embargo el paso de los años ha ido desgastando a estas estatuas.

Quienes viven cerca de ahí afirman que vieron alguna vez como se movieron o se bajaron para caminar, otros dicen que desde aquella fuente se pueden escuchar risas y sonidos de juego que vienen de la fuente. Sin duda, un lugar que encierra muchos avistamientos, y entre que es cierto o no, siempre es recomendable confirmarlo de primera mano y visitar a estos pequeños.