Si te atreves a visitar la sierra negra del estado podrías sorprenderte con la vista de las lagunas de San Bernardino, un paraíso aislado ubicado al occidente de la sierra de Zongolica, este lugar es de gran interés geológico pues incluye la presencia de un volcán, en una zona montañosa formada casi totalmente por plegamientos.
Las lagunas de San Bernardino se localizan en el municipio de Vicente Guerrero a 40 kilómetros de Tehuacán, Puebla. Tienen una altura de 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar. Medida equipara con las lagunas de Zempoala en Morelos. En México, sólo las lagunas de El Sol, y la de La Luna, en el Nevado de Toluca, las superan significativamente, pues cuentan con alrededor de 4 000 m de altitud. Una ventaja de las lagunas de San Bernardino sobre todas las demás, particularmente la laguna Grande, es la abundancia de lobina, trucha y pescado blanco que producen.
El complejo natural se conforma por tres lagunas, la laguna Chica se eleva a 2 440 m snm, la Grande a 2 500 y la Lagunilla a 2 600, además del tamaño, las lagunas presentan diferencias por el color de sus aguas: marrón la laguna Chica, verde la Grande y azul la Lagunilla. Cerca de estos gigantes de cuerpo azulado se encuentra el volcán Otzelotzi, tiene una altura de 3100 metros sobre el nivel del mar; el geólogo Agustín Ruiz quien lo ha estudiado ha fechado su existencia a tan solo varias decenas de miles de años. Una curiosidad de este Otzelotzi es que la última noche del año es celebrada una misa en la cumbre del Otzelotzi. La mayor parte de la comunidad acompaña al sacerdote durante el acenso acompañados por doce cruces que ponen punto final a las vivencias recogidas en los 12 meses anteriores.