Entre los abetos de la sierra norte de Puebla, existe un pueblo en el que podrás respirar aire puro, donde las nubes vuelan bajo o se pasean rodeando la cúspide del Cerro Cabezón. Entre sus campos encontrarás gente cultivando flores blancas para realizar tapetes y ofrendas para la patrona, la Virgen de la Asunción. No puedes postergar tu visita a Tlatlauquitepec, Pueblo Mágico de México.
El nombre de dicho municipio proviene de la lengua Náhuatl, existen diversas interpretaciones, una de ellas es “El cerro que colorea” de los vocablos “Tlatlahui” (que significa colorear) y “tepetl” (que significa cerro). Otra interpretación es de “tlatla” (que significa arder) y “tepetl” (que significa cerro), “lugar del cerro que arde”. Es por eso que a Tlatlauquitepec se le conoce como “el pueblo que está enrojecido”.
Al caminar por este lugar podrás apreciar diferentes edificaciones de arquitectura virreinal, en la plaza central verás unos hermosos portales con grandes arcos y ventanales de cantera rosa.
Además puedes visitar la Cascada de Puxtla, conocida como la “7” por estar localizada en el kilómetro 7 de la carretera a Tlatlauquitepec, su impresionante caída de agua es de más de 80 metros de altura. Esta cascada alberga una presa que antes funcionaba como planta generadora de electricidad ecológica, perteneciente al proyecto estatal de Atexcaco. Está rodeada de una fauna sorprendente, el paisaje y el sonido del agua es ideal para relajarte o para practicar senderismo.
Si sigues con ánimos de seguir explorando, a 15 minutos de la Cascada de Puxtla, un poco después de la de Hueyapan, podrás apreciar la Cascada de Poza Azul. Es más pequeña, pero la experiencia de acampar en un lugar así es excelente y su gran poza que forma la caída del agua te sumerge en una atmósfera de tranquilidad que no encontrarás en otro lugar.