El Ex Convento de Huaquechula se distingue por el marrón de las piedras en su fachada y sus imponentes contrafuertes. Detrás de sus muros, este monumento resguarda tesoros como las primeras pinturas de Cristóbal de Villalpando. Sin embargo, después del sismo del 19 de septiembre de 2017 nada volvió a ser igual para este recinto. Fue severamente afectado y quedó imposibilitado para recibir visitantes. Desde 2018 y hasta la fecha, el histórico ex convento franciscano no ha recibido a ni un solo turista.
La magia del Ex Convento de Huaquechula
Los más cercanos al edificio religiosos aseguran que no es solamente una construcción española, sino también prehispánica. No se trata de una pirámide, sino de un calmécac. El Ex Convento de Huaquechula es una de las construcciones franciscanas más representativas del siglo XVI, al igual que los ex conventos ubicados en Huejotzigo y Tochimilco. Fue edificado por iniciativa de fray Juan de Alameda. Su portada de estilo gótico se encuentra adornada con dos escudos franciscanos y sus respectivos ángeles, un escudo mariano y el relieve de San Martín Caballero, patrono del pueblo.
Destrozado por el sismo
En el Ex Convento de Huaquechula se colapsaron sus bóvedas, se cayó parte de su cúpula y el remate de la torre se vino abajo sobre la bóveda del coro. Perdió parte del tiro gótico que tenía antes de que la fuerza de la naturaleza lo destrozara en 2017. Aquel fatídico 19 de septiembre, los trabajadores que se encontraban realizando labores de restauración al interior del templo se salvaron de milagro. Salieron a comer justo cuando México se sacudió.
Por otro lado, para restaurar el inmueble se necesitan varios millones de pesos, pero el dinero no ha llegado por los recortes presupuestales del gobierno. No es un secreto que urge rescatar esta maravilla de la arquitectura, la cual se ha quedado sin visitantes y a un paso del olvido.