En el año de 1775 Don Pedro Romero de Terreros Conde de Regla fundó en la Ciudad de México la institución de beneficencia pública El Monte de Piedad para salvar a la gente pobre o en desgracia momentánea , de los usureros, de los prestamistas sin escrúpulos, de igual manera acá se fundó en el año de 1890 el 5 de Mayo una institución similar denominada Monte de Piedad Vidal Ruiz con el mismo fin.
La proliferación de estos Montepíos en Puebla abundó ya que eran negocios que reportaban pingües ganancias y por supuesto que al amparo de la ley operaban abusando de las personas que por algún motivo llevaban a empeñar sus prendas y que la codicia de los usureros los despojaba de ellas con cualquier argumento barato que si la fecha de vencimiento que si no se había refrendado a tiempo etc etc.
De todas las casas de préstamos sobresalió una , la de un señor de apellido Horta hombre avaro y miserable a quien el pueblo repudiaba no solo por sus malas acciones, para apoderarse de las prendas empeñadas sino porque carecía de escrúpulos, este individuo acostumbraba cubrir todos sus dedos con multiples y variados anillos de brillantes , o costosas gemas, motivo por lo que la gente se burlaba de él por tan grotesco gesto.
Las personas lo conocían como “El Judio” ya que ese mote se les adjudicaba a todas las personas que se dedicaban al agio ya que la religión católica prohibía ese tipo de actividades y los judios en cambio no tenían ninguna restricción al respecto , y lo podían hacer libremente , sin embargo aunque había muchas personas que se dedicaban a la usura fue el Sr Horta quien se ganó a pulso dicho mote en tono despectivo.
Cuentan que al morir fue entrrrado en el antiguo panteón de San Francisco y que todas las noches de su sepultura salía una mano gigante de un color blanquisco resplandeciente como formada por humos muy brillantes pero tenebrosos y que flotaba a media altura tal vez a unos cuantos decímetros de la estatura media de cualquier persona , que vagaba por las calles al amparo de la oscuridad y regresaba de madrugada a su lugar de origen ,su tumba , para reintegrarse al cuerpo al que pertenecía.
Fue una publicación de un semanario amarillista llamado “El Duende”, quien publicó en el año de 1908, esta noticia, y no tardó en ser el comentario obligado de todas la voces de los poblanos que aterrados incrédulos y agitados perdieron la tranquilidad
Fue el editor de ese periódico quien fue a interrogar al sepulturero sobre la veracidad de la noticia y con desparpajo y sin temor de ninguna especie el sepulturero le confirmó la nota periodística sin abundar en el tema.
Preso de la curiosidad el señor decidio ese mismo día acudir al panteón a la media noche, solo el , y su alma , al llegar contemplaba los enormes y anchos muros del panteón que a esa fechas estaba clausurado , espero y espero , casi toda la noche al pie de la tumba referida y no vio salir ninguna mano , él había llegado unos minutos antes de las doce y cuando se disponía a abandonar el panteón VIO LA ENORME MANO!….la que se detuvo enfrente de él ,en actitud de observancia como si tuviera ojos!, y el señor le preguntó como si tuviera oídos porque tú andar nocturno por las calles de Puebla?…..
Y la mano contestó como si tuviera boca , por mis malas acciones en vida por abusar de las personas que ocurrieron a mi , al estar en apuros ,o desgracia alguna .
Fui condenado a vagar por toda la eternidad para pagar mis pecados!.
El redactor publico su experiencia y fue tal el impacto de la noticia que desde el día de la publicación eran ríos de gente que acudía todas las noches para ver la mano de Horta y hubo algunos que juraban y perjuraban que si la habían visto, fue por esa razón que un Frayle valeroso se apiadó del alma del Señor Horta y acudió al panteón para que frente al sepulcro exorcizara los restos del Prestamista cuya alma vagaba en pena ! Yvalcanzara La Paz.
Dicen que después de esto la mano no volvió a aparecer!……..
DICEN ES LEYENDA!
Información obtenida del libro
Leyendas de La Puebla de Los Ángeles
Del Prof. Enrique Cordero y torres
Créditos a quien corresponda!