Uno de los mejores lugares para disfrutar las vacaciones es Africam Safari, donde se podrán observar a más de 5 mil animales de 450 especie
Africam Safari es el espacio ideal para gente que tiene espíritu aventurero. Aquí podrás convivir en familia con más de 5000 animales de 450 especies de todo el mundo, en libertad.
Vivirás una experiencia completamente diferente a las que has vivido en zoológicos tradicionales, ya que podrás internarte por veredas tipo africanas, en el fascinante mundo salvaje, en un recorrido en tu auto o en uno de nuestros autobuses, disfrutando la naturaleza que los rodea.
Recorrerás varias secciones en las que podrás conducir en medio de jirafas, antílopes, cebras, rinocerontes, flamingos, aviarios, venados, tigres de bengala y leones, entre otros, en albergues diseñados especialmente para semejar sus hábitats naturales.
El Capitán Carlos Camacho inició este Reino de los Animales como una colección privada en su residencia de Valsequillo, Puebla. Percatándose de que quienes lo visitaban compartían su admiración por esos magníficos ejemplares, comprendió que la mejor manera de crear conciencia ecológica era enamorando a la gente con los animales, por medio de un contacto cercano y directo. Su principal preocupación fue siempre el bienestar de los animales, y como embajadores de sus especies, consideró de vital importancia la creación de entornos en los que animales en peligro pudieran subsistir y procrear en condiciones similares a sus hábitats naturales.
Comenzó entonces a realizar el sueño de su vida, y asesorado por ingenieros, veterinarios, técnicos y experto en la materia, se planeó cuidadosamente, hasta el más mínimo detalle, lo que ahora conocemos como Africam Safari. Nombró el parque AFRICAM por el continente AFRIcano y por el apellido CAMacho.
Por fin el sueño se cristaliza y el 2 de abril de 1972, Africam Safari abre sus puertas al público. El 28 de Octubre de 1976 el capitán muere, pero no así su obra. Con tenacidad, valor y coraje, los descendientes de aquel gran hombre continuaron con el proyecto; primero su esposa, Louise Wardle de Camacho y al morir ella sus ocho hijos, quienes heredaron de ambos padres un infinito respeto y admiración por la naturaleza.