La grana cochinilla es un pigmento auténticamente mexicano que conquistó el mundo en su momento y que ha resurgido en años recientes. Te contamos más acerca de su historia a través del tiempo y su importancia a nivel global.
¿Qué es la grana cochinilla?
Es un insecto parásito que se adhiere al nopal para alimentarse de su sangre. Nuestros antepasados descubrieron que se podía obtener un pigmento rojizo muy especial a partir de este animal.
Para obtener dicho pigmento, dejaban que las pencas del nopal se infestaran de cochinillas. Después, las extraían y las exponían al sol para deshidratarlas. Finalmente, las trituraban hasta obtener un polvo de color púrpura. El proceso de elaboración sigue siendo el mismo, hasta la fecha.
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El camino de la grana
En el mundo prehispánico, la grana cochinilla era un bien preciado, que no faltaba en el cargamento de los pochteca o comerciantes. En mercados como el de Tlatelolco, los artesanos y fabricantes de ropa se disputaban el preciado insecto.
Cuando llegaron los españoles, el uso de la grana cochinilla se extendió por el mundo. Desde Veracruz, salían los barcos cargados con el pigmento orgánico hacia Europa. La ruta que recorría el pigmento llegaba a lugares tan lejanos como Rusia y Persia. Desde Acapulco, los navíos partían hacia las Filipinas, desde donde se expandió hacia China y otros lugares del Lejano Oriente.
Durante siglos, la grana cochinilla fue utilizada para teñir la ropa de nobles y monarcas, también para pintar artesanías y tapetes. Con la llegada de la Revolución Industrial, la demanda del insecto decayó drásticamente, ya que los pigmentos artificiales eran más baratos y podían producirse en serie.
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Durante el siglo XX, la grana cochinilla fue poco más que un recuerdo, aunque nunca dejó de producirse en lugares como Oaxaca. En años recientes, los productos de origen natural han encontrado nuevos nichos de mercado, lo cual ha resultado en su revaloración. Aunado a la introducción de la cochinilla en la industria farmacéutica y la alimenticia, esto le ha dado una nueva vida al pigmento prehispánico.
La gran cochinilla promete seguir coloreando el mundo con su poderoso pigmento. Este curioso insecto y sus propiedades son una aportación más de México al mundo.