visita piedras encimadas

Este valle ofrece el espectáculo imponente de un conjunto de gigantescas formaciones rocosas, en muchas de las cuales las posiciones de las grandes rocas parecen inexplicables y sus equilibrios incomprensibles.
Un sitio recomendable para la práctica de caminata, rappel, tirolesa y bici de montaña, tambien cuenta con áreas de acampado.

En Piedras Encimadas podrás disfrutar plenamente de la naturaleza, montar a caballo y recorrer la inmensidad de la zona, gozar del capricho de las formaciones rocosas testigos del paso de frío a calor y de sol a niebla…

Encontrarás en el lugar una pequeña plaza gastronómica donde ofrecen tlacoyos de frijol y alberjón, nopales asados, carne a las brasas, barbacoa, mixiotes, caldos ,etc.

Cómo llegar al Valle de Piedras Encimadas?

Desde D.F.Tomar la salida por Indios Verdes hacia Tulancingo carretera federal 132. Pasando Tulancingo se encuentra la Laguna El Tejocotal a pocos kilómetros se encuentra la desviación a Chignahuapan-Zacatlán.
20 km antes de llegar a Zacatlán encontrará una desviación de terracería de diez kilómetros que lo conducirá a Camotepec y que desemboca en el Valle de Piedras Encimadas.
Distancia aprox. 190 km. del DF.

Desde Puebla.Una opción cómoda es tomar la autopista de cuota 150 y seguir la desviación a Tlaxcala (autopista de cuota 117), pasando la ciudad, tomar carretera fed. 119 rumbo a Apizaco el camino lo llevará hasta Zacatlán, pasando por Tlaxco. Al llegar a Zacatlán deberá accesar a la carretera estatal 119 hacia Huauchinango; tras recorrer 20 Km se halla una desviación de terracería de diez kilómetros que lo conducirá a Camotepec y que desemboca en el Valle.
Distancia aproximada 164 km de la capital poblana.

isfruta el ecoturismo en Piedras Encimadas

Circundada por un bosque de pinos, esta zona ofrece un espectáculo imponente por el conjunto de gigantescas formaciones rocosas, en muchas de las cuales las posiciones de las grandes rocas parecen inexplicables y sus equilibrios incomprensibles. 

Las formas pétreas que se perfilan son muchas, más no las mismas, porque parcialmente dependen de la imaginación de cada observador: ranas, patos y lagartos surgen de repente, lo mismo que un dinosaurio, un elefante o un perro. 


QUÉ HACER DENTRO DEL VALLE DE PIEDRAS ENCIMADAS?
Los fines de semana el paraje es muy concurrido y los lugareños venden alimentos típicos de la región y dulces en una pequeña plaza gastronómica, cuentan además con tienda de artesanías y recuerdos.
Muchos visitantes instalan sus tiendas de campaña, para disponer de tiempo suficiente y explorar bien el valle, realizan actividades de rappel y caminatas para conocer parte de su fauna y vegetación.

El lugar cuenta con servicios de: guía de caminata, recorridos a caballo, áreas de acampado y sanitarios.

Restricciones del Valle: Cuidar la flora y la fauna, no consumir bebidas alcohólicas dentro del Valle, no tirar basura, no realizar grafittis, no introducir cuatrimotos o motocicletas. La seguridad queda bajo la responsabilidad del visitante.

Cómo se formó el Valle?

Los estudios mineralógicos han demostrado que el fenómeno de las piedras encimadas está relacionado con la historia de la tierra y no con las leyendas. Hoy se sabe que estas formaciones son del Periodo Terciario, con 65 millones de años. La actividad volcánica, las reacciones químicas y los agentes atmosféricos como la lluvia, el viento y la humedad son los factores que al paso del tiempo modelaron el conjunto escultórico natural de este sitio.

De acuerdo a estudios científicos por parte de la Universidad Autónoma de México (UNAM), la superficie rocosa a la que pertenecen las formaciones del valle surgió en el período terciario, hace 60 millones de años.
Para los geólogos no entraña misterio alguno la aparición de estos cambios, puesto que la Tierra se encuentra en transformación continua.
Por un lado, la presencia de agentes atmosféricos externos (lluvia, viento, hielo etc.), desgasta sus estructuras superficiales; por otro, los procesos físicos, químicos y biológicos, descomponen y reorganizan las rocas, y finalmente la intensa actividad orogénica y tectónica, generada a grandes profundidades en el interior del planeta, produce las modificaciones de mayor magnitud.

La gran diversidad de rocas de la superficie terrestre, comienza a experimentar desde su aparición una serie de transformaciones esenciales. La rapidez de enfriamiento, en primer termino, y las reacciones químicas que sufren los metales que la componen, entre otras cosas, dan origen a las rocas de tipo distinto.
A su vez, los procesos químicos que altera la roca primitiva dependen en forma determinante de la modalidad climática existente. No puede hablarse, de un proceso erosivo sin tomar en cuenta este elemento decisivo en las descomposiciones de los materiales, que se basa en la resistencia específica de éstos a un grado mayor o menor de humedad, a cambios externos de temperatura, a la velocidad y frecuencia del viento, a la presencia del hielo, etc.

Por otra parte, la presencia de materiales más resistentes a la acción destructiva de los factores atmosféricos, congregados de forma irregular con otros de menor grado de resistencia, provoca que en ocasiones enormes piedras se encuentren suspendidas por un extremo o que con frecuencia presenten extrañas horadaciones que no son más que el resultado de la descomposición primera de los materiales más débiles.

De tal manera, el Valle de las Piedras Encimadas, constituye una obra de millones y millones de años de reacciones químicas entre sus elementos y de la lenta y continuada acción de los factores atmosféricos sobre la capa rocosa del planeta. Son numerosos los elementos que intervienen en el tallado del perfil temporal de los restos rocosos. La heterogeneidad de la composición química, su colocación, según la dirección de los vientos y el conjunto climático al que están expuestas, son algunas de las causas de su desgaste irregular, de su belleza y originalidad.
Desafío es : atreverte a descubrirte tú mismo, es proyectar la imagen de quien deseas llegar a ser y creer firmemente en lo que lo lograrás.