Por su variedad e historia, la gastronomía de Puebla es reconocida como una de las más ricas del país.
Es resultado de la fusión de la tradición culinaria de origen mexicana con las influencias de la cocina española, francesa y árabe.
Cada cocina aportó no solamente ingredientes, sino utensilios y procesos que generaron una de las gastronomías más representativas de México.
La gastronomía de Puebla
La situación geográfica del estado de Puebla fue decisiva para definir los rasgos más característicos de su cocina.
Hoy esta cocina mestiza y ecléctica que mezcla sabores e ingredientes de otras culturas es considerada una de las famosas de México y el mundo.
Mole, estrella de la gastronomía poblana
El mole es una de las comidas más representativas no solo de la gastronomía de Puebla, sino de México. Se trata de una espesa salsa picante de origen colonial.
Se dice que fue inventada en el convento de Santa Rosa, de ahí tal vez su concepción barroca.
El singular platillo es elaborado con más de dos docenas de ingredientes. Entre ellos, la carne de pavo o pollo, chocolates, varias clases de chiles, tortillas, almendras, cacahuate, frutas secas y semillas, por citar solo algunos.
Chiles en nogada, emblema patrio de la gastronomía de Puebla
Otro platillo emblemático de la gastronomía de Puebla y de México entero que ha trascendido fronteras. Se trata de un chile poblano relleno con carne, cubiertos con una salsa blanca de nueces de castilla y sazonados con semillas de granada.
Dicen que fueron las monjas agustinas quienes inventaron este plato para darle la bienvenida a Agustín de Iturbide, aquel 28 de agosto de 1821. Cuenta la leyenda que idearon un platillo que más allá de deleitar su paladar, mostrara la riqueza de la región, aunque al final decidieron también incluir ingredientes europeos y asiáticos.
Cuentan que había varias razones para celebrar, por ello, el banquete debía ser muy especial. Primero, aquella visita correspondía a una parada a su paso a Córdoba donde firmaría los Tratados de Córdoba en los que se declaraba la Independencia de México y segundo que justo el día que pisaba tierras poblanas sería su santo.
El entusiasmo las inspiró a crear un platillo que llevara los colores de la bandera del Ejército Trigarante y que correspondiera con los sabores barrocos, es decir, en un bocado debe mezclarse lo dulce, salado y picante.
Con aquella filosofía, deciden utilizar el chile de San Martín Texmelucan, rellenarlo con un picadillo de carne con frutas de temporada, así que le incluyeron pera de leche, manzana panochera, plátano macho y durazno para después capear el chile. Esta parte de la receta sigue causando debates, pues algunos aseguran que originalmente no iban capeados, pero que hubo algunos cambios de fecha sobre la llegada de Iturbide a la ciudad poblana, situación que llevó a las monjas a capear los chiles para evitar que se echaran a perder.
Las monjas agustinas consideraron que aún les faltaba una salsa para bañar el chile, por lo que la hicieron con nuez de castilla, queso, jerez y la llamaron nogada. El último toque, sería en el plato, pues después servirlos los salpicaron con granada y perejil.
Hoy es uno de los platillos más representativos de la gastronomía de Puebla y uno de los imperdibles de la cocina mexicana.
Los chiles en nogada llevan más de 195 años de tradición; y desde entonces, las familias poblanas se congregan durante mediados de julio, agosto y septiembre a degustar este manjar barroco.
Cemitas, las tortas de la gastronomía de Puebla
La comida típica de Puebla es tan variada que también incluye a estas “tortas” compuestas. El pan se caracteriza por ser sumamente crujiente y cubierto de ajonjolí.
La cemita típica debe llevar milanesa, quesillo, cebolla, aguacate, pápalo y jamón. Puede llevar chile chipotle o rajas para darle un toque picante. Sin embargo, actualmente las preparan de varios guisos
Pero este platillo, también tiene una rica historia. Cuenta que durante la época de la Colonia se preparaban dos tipos de panes: un bizcocho de sal y un pan hueco parecidas al pambazo francés. Ambos panes se caracterizaban porque podían durar de 4 a 8 meses, lo que los hacia ideales para consumirse durante las grandes travesías entre el Nuevo y Viejo continente.
Dicen que debe su nombre se debe a que ese pan era elaborado sin levadura como un panecillo de origen judío.
Hoy, hay cemitas de quesillo, pata de puerco, jamón, milanesa de pollo y carne adobada. Los mercados son los mejores lugares para deleitarte con este platillo típico de la gastronomía de Puebla.
Chalupas, un antojito imperdible
Las chalupas son el antojito típico de la gastronomía de Puebla. Parecidos a los sopes, son tortillas de maíz fritas en abundante manteca de cerdo y bañadas en salsa. Ésta última puede ser verde o roja, incluso suelen servirse combinadas y se acompañan con pollo o carne deshebrada.
Como varios platillos típicos de Puebla, las chalupas, tienen su origen en la época de la colonia. Cuentan los poblanos que fueron ideadas, también en el interior de un convento.
Hay quienes afirman que deben su nombre a las canoas que usaban los mexicas para desplazarse en la antigua Tenochtitlán. Sin embargo, otra versión, dice que la palabra chalupa en realidad se deriva de las regiones vascas y viene de “txalupa”, que significa barco.
Tacos árabes
Este platillo típico de Puebla surge debido a la fuerte influencia libanesa en esta entidad.
Los tacos árabes son tortillas de harina parecidas a la pita, rellenas de carne de cerdo condimentada y asada en trompo.
Tiene su influencia en los kebabs y se utilizó la carne de cerdo para sustituir a la de cordero. Hoy es uno de los platillos que tienes que probar al visitar tierras poblanas.
El mole de caderas, un platillo tradicional de la gastronomía de Puebla
Aunque no tan famoso como otros, se trata de uno de los platillos más tradicionales de la gastronomía de Puebla.
Se elabora a partir de la carne y el hueso del chivo, condimentado con una salsa que incluye chiles guajillo, costeño y serrano, tomate, jitomate, hoja de aguacate, cilantro, limón y ejotes silvestres.
Es un plato festivo que se consume el 20 de octubre que se celebra en Tehuacán, la Fiesta de la Matanza.
Dulces tradicionales de la gastronomía de Puebla
Junto a los guisos y antojitos, los dulces son otros de los bastiones de la gastronomía de Puebla. Elaborados con semillas, frutas, leche y miel, varias de estas delicias fueron creadas por las manos celestiales de las monjas de los conventos coloniales.
Destacan los camotes poblanos (puré de este tubérculo mezclado con ralladuras de coco, piña, naranja u otra fruta fresca).
Asimismo, están las yemas reales (yemas en almíbar y cocidas en baño María); los dulces de almendras (bolas horneadas de pasta de almendra y huevo), y los jamoncillos de leche.
Bebidas típicas de la gastronomía de Puebla
En lo concerniente a las bebidas, en Puebla destacan los licores a base de frutas como el acachul (frutilla silvestre y alcohol).
Por otro lado, el chumiate (a base de capulín u otra fruta) y el zacualpan, (caña de azúcar destilada y fermentada).
Sin embargo, la gran estrella de la gastronomía líquida de Puebla es el rompope.
Bebida típica para fiestas de Navidad que fue creada por las monjas poblanas durante la época virreinal.
Fue producido en el Convento de Santa Clara por las monjas clarisas para distinguidos invitados.
Se produce con huevo, vainilla, canela, almendra molida, leche, azúcar y ron.
Estos son algunos de los platillos típicos de la gastronomía de Puebla que, sin duda, no puedes dejar de probar.