Su magia
Siempre acompañado de neblina, Zacatlán vive al borde de la hermosa Barranca de Los Jilgueros. Aquí se tiene la costumbre de hornear pan todos los días, de fabricar monumentales relojes y cultivar las frutas que la tierra regala. Son las manzanas las que más abundan, así que se deshidratan o se convierten en licores y mermeladas. Su existencia se agradece cada año durante la Feria de la Manzana con bailes y desfiles de carros alegóricos.
El motivo
Los relojes monumentales
- En Zacatlán se halla una fábrica de grandes relojes fundada en 1918, se llama Centenario.
- Sus creaciones adornan iglesias, torres y plazas no solo en México sino en el extranjero.
- Hoy en sus instalaciones se encuentra además el Museo de Relojes y Autómatas Alberto Olvera Hernández.
- La historia de cómo miden los hombres el tiempo puede conocerse al entrar al museo.
- La Plaza de Armas está adornada con un agigantado reloj Centenario, hecho de flores y con dos carátulas.
Lo básico
Ver los fines de semana el show de autómatas que sucede en los balcones del museo de relojería.
Imprescindibles
- Entrar a cualquier panadería y probar el famoso pan relleno de queso ranchero.
- Ver la tarde pasar desde las mesas, al aire libre, del Café Dos Aromas.
- Ir al Rancho Mayab, para caminar entre árboles de manzana y aprender todo sobre ellos.