En el año 1990, el escritor liberal Mario Vargas-Llosa calificó a los Gobiernos mexicanos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como «la dictadura perfecta», debido al manto democrático que los arropaba en ese entonces.
Ahora, tras muchos años de no estar en el poder, el PRI ha vuelto a gobernar con Enrique Peña-Nieto, quien en que casi 3 años de Gobierno, ha tenido que enfrentar escándalos, una merma de recursos económicos, muertes de estudiantes y una cruenta guerra contra el narcotráfico.
Un cuarto de siglo ha pasado desde esas declaraciones de Vargas-Llosa; por ello, la película La Dictadura Perfecta trae a la actualidad —de forma cruda pero muy bien lograda—, cómo el PRI gobierna actualmente; y cómo puede tener el control de los medios de comunicación, y con ello, a su vez el control de la opinión pública y de lo mas importante en política: la percepción.
Bajo la dirección y producción de Luis Estrada, esta pieza cinematográfica de ficción comienza retratando un exabrupto que se da con cualquier presidente latinoamericano, que por un desliz del sentido común cae en imprudentes comentarios, como sucede en esa escena inicial en la que Sergio Mayer, quien interpreta al presidente mexicano (quien no tiene nombre, pero es notablemente parecido a Peña Nieto) envía el siguiente mensaje a su homólogo estadounidense Barack Obama: «Los mexicanos hacen mejor el trabajo que los negros».
Esto desata comentarios de la opinión pública, criticando y burlándose del primer mandatario mexicano; la decisión del Gobierno es que se debe detener el escándalo a cualquier costo. Lo que se hace es exponer al gobernador del Estado de Durango en un caso de corrupción.
La primera escena es clave, ya que cualquier latinoamericano se sentirá identificado: en cada país hay un caso similar y seguramente más de alguno ha caído en la trampa sin siquiera notarlo, especialmente porque hay verdades demasiado duras y oscuras como para ser aceptadas.
Es en este instante de la trama que comienza una fuerte crítica sobre cómo el PRI, en conjunto con Televisa —la televisora mas grande y poderosa de América Latina— puede manipular hechos, información y hasta falsear hechos, o llegar a poner presidentes.