No puedes decir que visitaste o eres de Puebla sin antes comer uno de los platillos más ricos de la gastronomía poblana.
En la gastronomía poblana existe un pambazo de harina relleno que sumergen en mantenca o aceite para freírlo un poco, después de eso incorporan unos ricos frijoles, lechuga, carne o pollo deshebrado, especias, crema, queso, y no puede faltar la salsa de su elección; este delicioso platillo se llama “Las pelonas”.
Este platillo no lo encontraran en un restaurante lujoso de la hermosa Puebla capital, este delicioso manjar se vende en los puestos de barrio, en el mercado el Parían, el mercado de Sabores, así como enfrente de la catedral de la ciudad de los Ángeles, así como, en los puestos ambulantes o en pequeños locales.
Te la sirven en papel de estraza y te dan a elegir entre una gran gama de salsas y claro la puedes acompañar con un agua fría de Jamaica, un refresco o si decides probarla en temporada invernal la puedes acompañar de un café hecho en olla de barro, el cual te lo venden ahí mismo.
Me dijeron que podía encontrar un puesto nocturno para probar las pelonas cerca del mercado de artesanías El Parián, y allá me dirigí.
Pedí una de carne de res, la llenaron de crema, me dieron un ponche para acompañarla, desde el primer bocado el sabor a pan frito me encantó, claro que pedí otra, pese a no ser tan baratas.
El nombre de este alimento es por la textura lisa que tiene el pan con el que están hechas, y fue uno de los primeros antojitos poblanos que surgieron después de la llegada de los españoles a la región, quienes trajeron el trigo.
A diferencia del pan tradicional, con el que se elaboran las pelonas es especial, porque a pesar de ser freído en manteca o aceite no absorbe exageradamente la grasa dejando el interior totalmente seco y listo para ser ocupado con los ingredientes de este rico platillo nacido en Puebla.